Salimos a caminar estos días excelentes y nos sorprendió un revuelo de hojas amarillentas y crujientes. Miramos las copas de los árboles, también se veían con distintas tonalidades: dorado, rojizo, ocre...muy bonito el paisaje, ¡impresionante!!!...
El otoño es una sinfonía de ocres, dorados y castaños, de amaneceres melancólicos y atardeceres impresionantes… O al menos, eso creo…
Hola, me metí en el google a buscar informacion del pueblo de donde eran mis abuelitos, y me encuentro tu blog, bonito e interesante. Te envío saludos cariñosos, y si de casualidad conoces a Pili y a Bernabé y a sus hijos, mandales saludos de mi parte, que son mis tíos
ResponderEliminarMuchas gracias de antemano por tu atención, y prometo pasarme todas las semanas a echarle un ojo a tu blog,
Luz Ma. Saenz (desde Mexicalpan de los Nopales)