Mostrando entradas con la etiqueta educación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta educación. Mostrar todas las entradas

05 agosto 2012

El espejo que percibe sin ver


El debate entre la razón y la verdad. Como niños lo vemos, 
como adultos lo olvidamos. 


31 marzo 2009

PRECAUCIONES CON LAS REDES SOCIALES


El valor de las Redes Sociales como medio de comunicación es innegable, pero para poder disfrutar de todo lo que nos ofrecen sin arriesgar nuestra privacidad es necesario adoptar determinadas medidas. La empresa especializada en seguridad digital, S21sec, ofrece un decálogo para hacer uso de las redes sociales de forma segura:

1.- No indiques datos personales como tu dirección, trabajo o teléfono. Esta información puede facilitar tu búsqueda a personas ajenas a tu entorno y de las que puedes no conocer sus intenciones.
2.- Utiliza una contraseña compleja y difícil de adivinar para tu cuenta de usuario. Si otra persona llega a descubrirla podrá acceder completamente a toda la información que tengas almacenada y si lo desea, suplantar tu identidad en la Red. Según los estudios sobre riesgos en los mundos virtuales, el robo de identidad es el problema que más se lleva a cabo.

3.- Si decides incluir información sobre tus gustos, aficiones o preferencias ten en cuenta que puedes sufrir un bombardeo de publicidad no deseada relacionada con los datos suministrados.

4.- Algunas redes ofrecen la posibilidad de utilizar tu cuenta de correo electrónico para localizar a tus amigos basándose en tu lista de contactos. Ten en cuenta que, si aceptas esta opción, debes suministrar la contraseña de acceso a tu cuenta de correo, por lo que existe el riesgo de que puedan acceder también a tus mensajes.

5.- No incluyas datos bancarios o de tus tarjetas de crédito. Si deseas realizar una compra o efectuar un pago por Internet verifica y utiliza los medios de pago seguros habituales. (Conexión https:, Verified by visa, tarjeta prepago, …)

6.- No des nunca información sobre tu situación laboral, familiar o futuros planes y viajes. Con esta información alguien puede saber que tú o tu familia estaréis ausentes del domicilio y facilitar así un posible robo.

7.- Cuando subas fotos o videos ten en cuenta que algunas redes sociales obligan a aceptar la cesión de la gestión de ese material, por lo que tu privacidad puede verse gravemente afectada.

8.- No publiques fotos comprometedoras tuyas o de tus amigos o conocidos y si lo haces no olvides restringir quienes serán las personas que tendrán acceso a las mismas.

9.- No confíes siempre en todo lo que encuentras en la red, y en especial en las opiniones que puedas ver sobre temas “comprometidos”, ya que no tienes garantía de su veracidad y puede tratarse de un cebo para captar tu interés y tratar de ganar tu confianza.

10.- Antes de añadir un nuevo contacto a tu lista de amigos trata de informarte bien sobre él y valora si debes incluirlo o no preguntando a tu grupo de amigos más cercano y de tu confianza.

26 marzo 2009

LAS REDES SOCIALES


Las redes sociales son una nueva forma de interacción y uno de los servicios más demandados por los internautas actualmente. Constituyen una herramienta de comunicación sin fronteras que nos permite mantener la proximidad poniendo en contacto a amigos y a personas que se identifican con las mismas necesidades, aficiones o inquietudes. Hoy en día, las redes sociales, constituyen uno de los ejemplos de las aplicaciones más utilizadas en la denominada Web 2.0 y que está incrementando su uso día a día de forma vertiginosa.

Básicamente el funcionamiento comienza cuando una vez montado el soporte técnico, un grupo de iniciadores invitan a amigos y conocidos a formar parte de la red social, cada miembro nuevo puede traer consigo muchos nuevos miembros y el crecimiento de esa red social puede ser geométrico, transformándose en un interesante negocio.

En las redes sociales en Internet tenemos la posibilidad de interactuar con otras personas aunque no las conozcamos, el sistema es abierto y se va construyendo obviamente con lo que cada suscripto a la red aporta, cada nuevo miembro que ingresa transforma al grupo en otro nuevo. La red no es lo mismo si uno de sus miembros deja de ser parte.

Intervenir en una red social empieza por hallar allí otros con quienes compartir nuestros intereses, preocupaciones o necesidades y aunque no sucediera más que eso, eso mismo ya es mucho porque rompe el aislamiento que suele aquejar a la gran mayoría de las personas, lo cual suele manifestarse en retraimiento y otras veces en excesiva vida social sin afectos comprometidos.
Las redes sociales dan al anónimo popularidad, al discriminado integración, al diferente igualdad, al malhumorado educación y así muchas cosas más.

La fuerza del grupo permite sobre el individuo cambios que de otra manera podrían ser difíciles y genera nuevos vínculos afectivos y de negocios.

El atractivo que despiertan en los adolescentes es impresionante ya que en ellas se sienten protagonistas de una comunicación experimental nueva. Cada semana comprobamos que casi 8.000 personas se registran en estas redes, y Facebook, con 175 millones de usuarios está a punto de alcanzar a MySpace que ya cuenta con 200 millones. Parece que si no perteneces a Facebook, Tuenti o MySpace por citar algunas, simplemente no existes.

Estas redes no son malas en sí mismas, lo que puede llegar a ser potencialmente peligrosa es su incorrecta utilización. Por tanto, no debemos prohibir su uso, lo verdaderamente importante es educar en su uso adecuado. El problema no está en las redes sino en los padres y los maestros que están, literalmente, fuera de juego.

Pero para educar es necesario educarse y comprender perfectamente el funcionamiento y la filosofía de las redes. Luego, el sentido común y la confianza con nuestros hijos harán gran parte del trabajo. Las redes sociales son auténticas ventanas a la intimidad de nuestros hijos y a la nuestra propia. Los adultos tenemos más criterio y experiencia para saber qué podemos y qué no debemos poner en nuestros perfiles. Sin embargo nuestros hijos pueden desvelar datos, imágenes, sentimientos,… a los que pueden acceder terceras personas, incluidos los medios de comunicación. También pueden vulnerar la intimidad de amigos y compañeros.

Por eso es importante que nos impliquemos, sobre todo con los adolescentes. Que hablemos con ellos, que nos enseñen sus perfiles y sus amigos «virtuales», que naveguemos a su lado.
Las herramientas que proporcionan en general las redes sociales en Internet son:

• Actualización automática de la libreta de direcciones

• Perfiles visibles

Capacidad de crear nuevos enlaces mediante servicios de presentación y otras maneras de conexión social en línea.

24 marzo 2009

NUESTROS NIÑOS Y JÓVENES FRENTE A INTERNET

Agrede sexualmente a una menor tras quedar por Internet.

Contactó con ella a través de un programa de mensajería instantánea y tras varias conversaciones quedaron. En la cita, en Getxo, la agredió sexualmente...

La agresión sexual ocurrió el pasado diciembre cuando se materializó en un encuentro una serie de conversaciones mantenidas entre el individuo, la menor y varias de sus amigas...

Realmente preocupantes este tipo de noticias.

Uno de los aspectos más importantes para evitar que los menores sean víctimas de delitos en la red es la vigilancia familiar, por lo que los padres deben superar el "analfabetismo cibernético" y acompañar a los menores en sus conexiones a Internet, al menos para informarles de las páginas que pueden lesionar su integridad.

Es "necesario" que los jóvenes sean conscientes de los peligros que puede hacer un uso "ilícito" de Internet.

La importancia que las nuevas tecnologías tienen en la sociedad actual es evidente, pero para hacer un uso correcto del medio hemos de tener en cuenta que..

Un menor que se conecte a Internet sin la vigilancia de un adulto estará expuesto a los peligros derivados de estar en contacto, aunque este sea virtual, con la delincuencia en todos sus ámbitos, la pornografía, la prostitución,... Es decir, un menor que navegue sólo por Internet podrá:

1.- Estar expuesto a contenidos pornográficos, violentos, xenófobos,...

2.- Entrar en contacto con pederastas, secuestradores, bandas de delincuentes comunes, redes de prostitución y tráfico de menores, narcotraficantes, sectas,...

3.- Ser víctima de engaños cuya finalidad última son los contactos sexuales.

4.- Ser víctima de engaños para obtener datos de cuentas, tarjetas, y otros, con el fin de usarlos para producir quebrantos económicos.

5.- Estar en contacto con instrucciones para iniciarse en el fraude, la piratería, la drogadicción,...

Contra esta cascada de peligros se pueden hacer multitud de cosas, todas ellas en función de su edad. En general podríamos decir que es conveniente por parte de la familia:

A.- Que los padres manejen el ordenador al menos al mismo nivel que los hijos, para que éstos sean conscientes de que se tiene el control.

B.- Que exista un fin determinado que aporte algo, a la hora de utilizar Internet.

C.- Hablar habitualmente con los hijos de Internet, procurando saber que ven y consultan a diario.

D.- Navegar algunas veces con ellos para enseñarles y resolver las dudas que surjan.

E.- Instalar filtros (por ejemplo: Optenet o Control Paternal) que impidan el acceso a espacios o la recepción de contenidos no recomendados, como páginas de sexo, violencia, drogas,...

F.- Situar el ordenador en una zona común de la casa o en una zona de tránsito, pero nunca en las habitaciones de los hijos.

G.- Procurar que los hijos hagan uso de Internet cuando en casa esté una persona adulta.

H.- Utilizar el ordenador durante un tiempo adecuado limitado, que no reste tiempo del estudio, sueño, deporte, amigos o familia.

Está claro que ante todo se debe respetar la libertad de los hijos, pero hemos de establecer reglas acordadas con ellos (no impuestas sin más) para el uso de Internet, las cuales, se deberán acatar y respetar una vez que se hayan definido. No debemos olvidar que el fin último de la educación es hacer personas libres y responsables.

NOTA : La información utilizada en este comentario ha sido obtenida en recomendaciones a padres y a jóvenes para un uso responsable de Internet propuestas por la AEP  y la mismoa noticia de El Correo

08 febrero 2009

RECETAS PARA EDUCAR A UN HIJO ADOLESCENTE


Los tres ingredientes principales y básicos son empatía, sentido común y sobre todo mucho, mucho amor: ponerse siempre en el lugar del hijo,llegar a sentir como siente él ,( empatía ) tratar de ser lógico, no dejarse llevar por el dramatismo, ni por los demás, ser consecuente ( sentido común) , y sobretodo quererle, pero quererle… sin condiciones, ( amor, puro y duro, el más difícil pero el mejor, el amor a los hijos)
Otros ingredientes:

MUCHA INFORMACIÓN

Informe a su adolescente y manténgase informado : La adolescencia es a menudo una época para experimentar y a veces esto incluye comportamientos arriesgados. No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; conversar con nuestros hijos abiertamente sobre estos temas antes de que se vean expuesto a ellos aumenta las probabilidades de que actúen de forma responsable cuando llegue el momento.

RESPETO A SU PRIVACIDAD

Para algunos padres esto es algo muy difícil. Creen que todo lo que hacen sus hijos es asunto suyo.
Si existen señales de alerta que indican que puede haber problemas, se podría estar obligado a invadir la privacidad del adolescente hasta que se llegue al fondo del problema, pero de lo contrario, hay que mantenerse al margen.

Hay que respetar su espacio. El dormitorio de un adolescente y sus llamadas telefónicas , mensajes, emails, deben ser algo privado y no hay necesidad de compartir con sus padres todas sus ideas o actividades.

Supervisión pero sin tercer grado:
Todos los niños, adolescentes o no, requieren supervisión de los padres y hay derecho a saber dónde estará el hijo y que irá a hacer. Pero no hay que esperar que den todos los detalles ni que haya invitación para ir con él/ella.
Establecer la costumbre de que explique con quien sale y donde se le podría buscar en caso de necesidad.

Respetar su intimidad y sus silencios, sin intentar hacerle hablar de algo que no quiera. No presionarlo y mantenerse receptivos para que el joven sepa que puede contar con el apoyo de los padres.

Escucha activa : escuchar con atención lo que quieren explicar o preguntar. Cuando se hable con él, hay que concéntrese en lo que dice. Hacer alguna pregunta sobre lo que explica para demostrar que realmente hay interés en lo que está diciendo. Y ante todo, nunca hay que decir “ahora no tengo tiempo”.
Hablar de lo que les interesa a ellos, así daremos tiempo para abordar los temas que nos interesan a nosotros

NO HAY QUE OLVIDAR

Establecer de antemano reglas apropiadas: Saber ceder y ser flexibles. Si su hora de llegada no es la que el quiere, hay que tratar de negociar. Si se porta bien, el aumentar la hora de llegada puede ser un premio. Hay que fijar normas y límites pero a través del diálogo para que los hijos acepten y asuman compromisos. Hay que tener previstas las sanciones.

Crítica y elogios .En primer lugar, la crítica y la corrección debe combinarse con el uso frecuente de elogios. Es decir, hay que ser capaz de ver también lo que hacen bien y decírselo. Por muy desastre que te parezca una persona, siempre tiene valores positivos que hay esforzarte en reconocer. Además es necesario corregir con mucho cariño. Por tanto la crítica debe ser serena , sin precipitaciones y sin apasionamiento. Cuidadosa, sin ironía, sin sarcasmo, como se corrige a un amigo.

No hay que tratarlos como seres inferiores que explican cosas de las que estamos de vuelta.
No hay que sermonear… No aprovechar cualquier ocasión para soltarles “el mismo rollo”.

No hay que hacer comparaciones. Es importante evitar, tanto cuando se les haga propuestas como cuando se les censura, ponernos a nosotros mismos como modelos ("A tu edad yo...") o poner como ejemplo a otras personas ("Mira tu hermano como..."). Es injusto, ofensivo y un camino seguro para conseguir su animadversión. En todo caso compáralo con él mismo ("Seguro que lo conseguirás, como cuando hiciste...").

Libertad según responsabilidad. A mayor responsabilidad, mayor autonomía, y ante faltas de responsabilidad, restricciones de autonomía. Si engaña o falta a sus compromisos, no hay que gritarle ni reñirle. Hay que explicarle con toda la calma de que sea capaz, que ha faltado a la confianza dada, por lo cual tendrá menos autonomía hasta que demuestre que es digno de confianza …
Siempre hay que decir porqué. Siempre que se les pida que hagan algo, hay que explicar por que se les pide. No hay que usar expresiones como "porque lo digo yo" o "porque sí".
No tenemos que dudar siempre. Hay que dejar que se expliquen. Dar crédito a lo que dicen salvo cuando se tenga certeza de lo contrario.

Hay que perdonar cuando sea necesario. Hay que perdonar y si es necesario pedir perdón, esto no hace a nadie más pequeño ante ojos del niño sino más grande.

Tiempo, para él y con él. El debe ser lo más importante. Hay que compartir alguna actividad ( acompañarle a partidos, o actividades extra escolares, ver juntos algún programa de televisión, escuchar música, ir de compras, etc..meterse un poco en su mundo…)
Compartir alguna preocupación con su hijo  pidiéndole su opinión puede facilitar la comunicación.


Y el toque final para conseguir un buen resultado

Hay que asegurarle cercanía y afecto incondicional, independientemente de sus logros y comportamiento. El adolescente necesita sentirse seguro y querido por sí mismo. No hay que dar por supuesto que ya lo sabe, se puede expresar también físicamente cuanto se le quiere, con abrazos o besos, independientemente de la edad que tenga. Hay que decírselo y demostrárselo...

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Un adolescente en casa: Consejos para disfrutar con la adolescencia de sus hijos Joan Carles Suris. Editorial. De Bolsillo

Un adolescente en mi vida: Manual práctico para la educación de los hijos. D. Maciá. Editorial. Pirámide

100 maravillosas formas de comprender a tu hijo adolescente. Trudy Simpson Editorial: Troquel

Socorro! Tengo un hijo adolescente. R.T Bayard y J. Bayard Editorial: Ediciones Temas de hoy
Isabel Menéndez Benavente

07 febrero 2009

COMO ESTIMULAR A LOS NIÑOS A LA LECTURA


A todos nos gustaría que nuestros hijos leyeran más, que sintieran placer con la lectura, en definitiva, que lo tomasen como otra forma de ocio.
Sin embargo, no hay que caer en el tópico de que cualquier tiempo pasado fue mejor porque los chicos de antes leían más. Los niños de hoy están creciendo en una sociedad diferente, con otras formas de información y entretenimiento y es lógico que les dediquen tiempo. Pero, en términos cuantitativos, ahora se lee más que nunca y son precisamente los niños los que más leen. Aunque también es cierto que, a partir de los 10 o 12 años, dedican menos tiempo a la lectura. Entre los motivos de este descenso se vislumbran más tareas escolares, mayor interés por los video juegos y otras tecnologías, seguimiento de series de televisión cuyo horario es incompatible con la lectura…

¿Pueden los padres contribuir a invertir esta tendencia? ¿Pueden hacer que sus hijos sean unos lectores entusiastas y fieles durante toda su vida? Por lo menos, habrá que intentarlo y no sólo por el poder que tienen los libros de actuar sobre la capacidad de aprendizaje, la cultura y la personalidad de los hijos, sino también por el placer inmenso que va a proporcionarles.

Esto es lo que algunos expertos recomiendan para estimular la lectura en los niños.

1. PONER ENTUSIASMO
Despertar el gusto por la lectura es una tarea más afectiva que intelectual. No de debe afrontar como una obligación por el bien de nuestro hijo, sino como algo en lo que realmente se cree y que proporciona tanta satisfacción como al niño. Debemos de saber que, aunque es en el colegio donde aprende a leer, la familia es la que crea auténticos lectores.

2. COMENZAR DESDE BEBÉS
Desde sus primeros meses de vida, se puede sentar al niño en el regazo y enseñarle libros con ilustraciones llamativas, dejar que los manipule, que pase las hojas. También podemos proporcionarle libros especiales para bebés, realizados en tela o plástico. A los pequeños les gusta que les repitan una y otra vez las típicas rimas infantiles o ver cuentos que reproduzcan situaciones familiares para él (bañarse, vestirse, comer) y que vayan contándoselo, o que les pregunten cuando ya empiezan a hablar.

3. LA HORA DEL CUENTO
Las rutinas son importantes a la hora de establecer conductas. Por ello, hay que dejar de lado las prisas y la improvisación. Si todos los días antes de acostar al niño nos sentamos con él y le contamos un cuento o le acompañamos en su lectura, asociará ese momento con algo placentero que querrá repetir. No tenemos que limitarnos a leer un libro, también podemos inventarnos historias, contarle anécdotas de nuestra infancia… Lo importante es que sienta ese momento como exclusivo para él.

4. LEER CON ÉL
Cuando los niños aprenden a leer, los padres, en cierta medida, lo viven como una liberación, porque no siempre se tiene tiempo o ganas de leer con los hijos. Pero es importante seguir haciendo ese pequeño esfuerzo. Cuando se lee con ellos, no sólo se le entretiene y se crea lazos afectivos con ellos, sino que también estamos dándoles un modelo de cómo entonar, cómo hacer pausas, cómo interpretar el cuento. Por otro lado, a veces están cansados y necesitan un poco de ayuda. Se les puede proponer leer unos párrafos cada uno. De ese modo, se conocerá su nivel lector, si presenta alguna dificultad o cuáles son sus intereses.

5. CONOCER Y RESPETAR SUS GUSTOS
Se debe aprovechar las aficiones e intereses del niño para proporcionarle libros adecuados para él. Sus gustos televisivos o cinematográficos también son fuentes importantes de información. Si le gustan los cómics o las revistas, no hay por qué despreciarlos ni hacer comentarios del tipo “a ver si dejas de leer tebeos y lees un libro de una vez”. Eso sí, sobre todo cuando vaya acercándose a la adolescencia, hay que estar pendientes de sus lecturas para conocer los valores que les transmiten. A esta edad, también se les puede recomendar libros que estemos leyendo nosotros y luego comentarlos con él.