«Un total de 330 establecimientos de la provincia se han adaptado ya a la nueva normativa del Gobierno regional que regula el sector, de un total de 474 contabilizados a 31 de julio»
Siete de cada diez casas rurales de la provincia de Burgos ya cuentan en sus fachadas con las estrellas verdes que recoge el nuevo decreto regional como sistema de categorización del sector. En los últimos cuatro meses (entre abril y agosto) se han incorporado a este registro oficial un total de 33 alojamientos, si bien aún quedan por hacerlo 144, que deberán darse de alta antes del 21 de diciembre, plazo en el que finaliza la moratoria concedida por la Junta en febrero con el fin de evitar cierres.
A fecha del pasado 31 de julio y según la información facilitada por la Consejería de Turismo, había contabilizados 474 establecimientos rurales, de los cuales 330 están adaptados a la normativa, lo que supone un 70% del total. De ellos, el 80% (261) están catalogadas como casas rurales, mientras que el 17% (58) son hoteles y tan solo el 3,3% (11) posadas. Por categorías, casi la mitad de los alojamientos burgaleses cuenta con tres estrellas, el 35% con cuatro; el 10% con dos; el 6% con una y tan solo hay siete con cinco, la máxima distinción del reglamento.
El porcentaje de incorporación al nuevo sistema de estrellas en la provincia es inferior al de la media regional. Así, en el conjunto de Castilla y León el 76,16% de este tipo de alojamientos ya está inscrito en el registro oficial. O lo que es lo mismo, 3.114 de 4.089 negocios contabilizados, repartidos en 2.603 casas rurales, 414, hoteles y 97 posadas.
«Buena respuesta»
La Dirección General de Turismo valora «positivamente» el proceso de categorización de los establecimientos rurales de Castilla y León, puesto que «suponen cerca del 80% de toda nuestra oferta a falta de más de tres meses para la conclusión del plazo». Este porcentaje, agregan fuentes del citado departamento regional, significa que ha habido una «muy buena respuesta» del sector ante una medida «pionera» en España y recogida en el nuevo decreto, que a su vez responde a una «reivindicación histórica» pero que, según reconocen, requiere una «cierta complejidad» en su ejecución.
Las mismas fuentes recalcan que todo el procedimiento de catalogación y, con carácter general, la nueva regulación del turismo rural de la comunidad autónoma responden a una «apuesta más por la calidad que por la cantidad», por lo que «es satisfactorio» que este objetivo «sea compartido como mínimo por el 80% de nuestros empresarios».
En este sentido, agregan desde la Dirección de Turismo, durante todo el proceso de elaboración del nuevo decreto se ha sido «plenamente consciente» de que se trata de una regulación que iba a suponer en alguna medida «un cierto filtro o criba» respecto a aquellos alojamientos que no cumplan con los requisitos mínimos de calidad o con sus obligaciones en el ejercicio de su actividad empresarial, por lo que alcanzar este porcentaje, remarcan, supone «una muy buena noticia».
Fuente: Diario de Burgos.es
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