19 noviembre 2014

La Junta confirma 75 casosde sarna en ciervos en este año

El brote procede de La Rioja y también está afectando a Soria. Medio Ambiente afirma que es «casi imposible» que un humano se contagie al pasear por el campo, ya que el contacto tiene que ser directo


La Junta confirmó 75 casos de sarna en ciervos entre enero y julio de este año -últimos datos oficiales disponibles- a causa de un brote con origen en La Rioja y que también está afectando a ejemplares de Soria. En todos los casos se trataba de animales con hábitat en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Demanda que o bien fueron hallados muertos o tuvieron que ser abatidos por los celadores por los síntomas que presentaban en una o en varias partes del cuerpo. La Junta sostiene que la situación todavía no puede tildarse de «alerta» y recalca que la enfermedad no se contagia por ingestión, sino por contacto directo con un animal enfermo. «Es casi imposible que un humano se contagie de sarna por un paseo por el campo. Tendría que tocarlo con las manos y sin guantes», señalaron fuentes oficiales de la delegación territorial en Burgos.

Los brotes de sarna son periódicos y están provocados por un ácaro con presencia habitual en el campo, por lo que erradicar por completo la enfermedad es complicado. Y aunque parece constatado que surgió en La Rioja hace varios años, el habitual movimiento de animales silvestres de la reserva riojana de Cameros a la soriana de Urbión y a la burgalesa de la Demanda pone las cosas aún más difíciles. De hecho, se considera que la enfermedad ya es «endémica» de estas comarcas porque son zonas en las que suelen concentrarse muchos venados y está comprobado que, cuanto mayor es la densidad de población, más probabilidades hay de que el parásito anide. «Al haber muchos animales compitiendo por una misma fuente de alimento, siempre hay alguno que se queda más débil y es entonces cuando ataca la sarna», explican desde Medio Ambiente. Y de ahí que los más de 70 casos de Burgos y los al menos 16 de Soria registrados hasta la fecha entren dentro de lo que se considera normal. «La sarna siempre está ahí, pero en el momento en el que se produce un desequilibrio de la población, un aumento exponencial, es cuando empiezan a enfermar. Si pudiéramos repartir a los animales, no habría problema, pero se concentran mucho», apuntan desde la delegación. De hecho, se calcula que solo entre Urbión y la Demanda viven alrededor de 8.000 ciervos.

Por el momento, las acciones llevadas a cabo por el personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente han sido, básicamente, tres: vigilancia «activa y pasiva», necropsias de animales muertos y entierro de los cadáveres con cal viva y en el monte. Esto último se debe a que la Junta ha descartado seguir el ejemplo de otros territorios en los que se acordó la recogida de cadáveres mediante un servicio de gestión de residuos autorizado por la «posible diseminación del ácaro por los arrastres». Tampoco se ha considerado adecuado administrar medicación a través de pienso porque los entendidos afirman que se favorecería todavía más «la concentración de animales en los puntos de alimentación y se contribuiría a un mayor contacto entre ejemplares sanos y enfermos».

Neila, el más afectado. Así que la Junta ha decidido concentrar los esfuerzos en controlar a través de la vigilancia exhaustiva de ejemplares vivos y muertos. Mediante este sistema se ha confirmado ya la presencia de la enfermedad en 75 animales, de los cuales 74 habían muerto por la debilidad o en alguna batida o seguían vivos y fueron abatidos por los celadores al constatar que la sarna ya estaba muy extendida. Solo en el caso de un ejemplar joven en el que se observaron síntomas, se decidió mantenerlo con vida. «Hay ejemplares que la superan sin problema. Para que los mate, tiene que padecer una enfermedad previa, ser muy joven o estar muy debilitado», destacaron en la delegación.

De los más de veinte municipios por los que se reparte la reserva de caza, el más afectado hasta la fecha y con mucha diferencia ha sido Neila: el 82,6% de los ciervos enfermos o de los que se sospechaba estaban en parajes ubicados dentro de su término municipal (27 abatidos por los celadores y el resto fueron encontrados muertos). El 17,3% restante se reparte entre Fresneda y Pineda de la Sierra, Monterrubio y, en menor medida, en Riocavado. También se han detectado un par de ejemplares en el Valle de Valdelaguna, en Salas de los Infantes.

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