La Audiencia Provincial iniciará el próximo 22 de septiembre el juicio contra los hermanos Doroteo y José Ángel Braceras por la muerte del abogado vizcaíno José Javier Ezquerra, que se produjo en el Valle de Mena en febrero de 2012. La vista comenzará con la selección de los once integrantes del jurado popular que con su veredicto determinarán la sentencia que emitan los magistrados y continuará con la toma de declaraciones a decenas de testigos del caso. La vista, que podría durar entre tres y cuatro días, desvelará la multitud de incertidumbres que rodean uno de los sucesos más graves ocurrido en Las Merindades en los últimos veinte años.
Mientras tanto, los dos acusados permanecen en prisión preventiva desde que fuera detenidos el 9 de marzo de 2012, dado que la Audiencia Provincial ha decidido prorrogar más allá de los dos años su estancia entre rejas hasta la celebración del juicio. En su calificación provisional, el ministerio público califica lo sucedido de asesinato y pide para cada uno de ellos una pena de 23 años de prisión. En una línea similar, la acusación particular que ejerce la viuda de Ezquerra, quien falleció con 49 años y tenía dos hijos, solicita 22 años de cárcel por el delito de asesinato para cada uno de los hermanos.
Doroteo Braceras quedó con el abogado el día de autos y acudió a los juzgados de Villarcayo a realizar unas gestiones relacionadas con un terreno alquilado por él y su hermano y sobre el que presentaron un retracto para su adquisición. Comieron juntos en La Taberna del Cuatro de Villasana de Mena y hacia las cuatro de la tarde se perdió la pista del abogado que no acudió a una cita que tenía esa tarde en Bilbao. Su todoterreno apareció calcinado cerca de su domicilio en Laukiz. La Ertzaintza, que inició las investigaciones, halló un zapato de la víctima cerca del vehículo.
Después se supo, según indicaban las cámaras de tráfico que uno de los hermanos Braceras condujo el vehículo hasta allí acompañado por el otro, en el todoterreno de su propiedad. El 9 de marzo, ambos ganaderos, muy conocidos en el sector, fueron detenidos y en mayo Doroteo Braceras confesó que el abogado se hallaba escondido en una sima de los montes de la Engaña, cerca de unos pastos de su ganado. El 16 de mayo acompañó a las Fuerzas de Seguridad y la judicatura hasta el lugar donde se hallaba el cadáver, dentro de dos sacas.
Poco antes se había producido una búsqueda multitudinaria del cadáver en los montes del Valle de Mena y se anunciaba otra en los montes de la Engaña, que no llegó a celebrarse. La autopsia del cadáver arrojó datos reveladores con dos heridas incisocontundentes en el cuello del abogado, la más grave de 15 centímetros de ancho y 6 de profundidad. Doroteo Braceras aseguró durante la reconstrucción de los hechos que se la produjo con un palo astillado.
Las diferencias por un contrato que iban a suscribir los ganaderos y el abogado y que estaba relacionado con el terreno que pretendían comprar en Berrandúlez fue, según los acusados, el detonante de los hechos. La defensa de ambos ha solicitado en numerosas ocasiones la excarcelación de José Ángel Braceras por considerarlo tan solo encubridor, pero en todas ellas ha sido rechazada.
Fuente: El Diario de Burgos.es
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