22 septiembre 2011

La Real Cabaña se suma al Año de los Bosques recorriendo la Vía Verde

En la XI edición de este peculiar recorrido con carros y bueyes se pretende destacar el valor económico de los hayedos de la Demanda, cuyo primer uso fue destinado a fundir metales
I.P. / Burgos


A los ‘carreteros’ que partieron ayer de Arlanzón
se irán sumando más a medida que avanza la semana.
Jesús Javier Matías
Jesús Javier Matías La XI Ruta Carreteril promovida por la Real Cabaña de Carreteros se suma en esta edición al Año Mundial de los Bosques y desde ayer y hasta el domingo, se adentra en los montes de hayedos, robledales y sabinares de las comarca de la Demanda, Pinares y Alto Arlanza, en un recorrido que partió desde Arlanzón y que culminará en Quintanar de la Sierra. Si en la salida, tras la comida ofrecida por el Ayuntamiento de Arlanzón, serían en torno a 25 los ‘carreteros’, en las próximas jornadas se irán sumando muchos más amantes de la ruta carreteril y ya, el fin de semana, el grupo será tan numeroso como es habitual cada año. Igualmente, a la única yunta que inició el camino se unirá alguna más a lo largo del trayecto.

El eje conductor del homenaje al bosque no es otro que la Vía Verde Sierra de la Demanda. La ruta tiene seis etapas; la primera terminó ayer mismo en Urrez, desde donde parte hoy hasta Pineda de la Sierra. El jueves se recorrerá el tramo que hay entre Pineda y Riocavado de la Sierra y el día siguiente se llegará a Barbadillo de Herreros. El sábado la etapa culminará en Huerta de Arriba, tras pasar también por Monterrubio de la Demanda, donde coincidirá con la bicicletada por la Vía Verde. Durante díez años, la ruta ha recorrido prácticamente toda la geografía de la provincia, con incursiones, incluso, en territorio regional. Faltaba adentrarse con los carros y los bueyes por las tierras que recorrió el viejo ferrocarril minero y, como explica Antonio Martín Chicote, presidente de la Real Cabaña, la celebración del Año Mundial de los Bosques ha sido la mejor excusa para hacerlo. Martín Chicote explicó la importancia económica y medioambiental de los bosques de hayedos, pinos, robledales y sabinares de Valdelaguna, la Demanda y la cuenca alta del Arlanza. Es una zona que abarca en torno a 50.000 hectáreas en las que el carboneo fue un motor de desarrollo. El presidente de la Real Cabaña recuerda que uno de los primeros usos de los hayedos fue su utilización para fundir metales. «Es difícil -resume Chicote- que en tan poco espacio de terreno como es esta zona, se haya dado tantos usos a los bosques y no solo a nivel de España, sino mundial». El homenaje al bosque se extiende también a lo que fue una gran empresa, el ferrocarril minero, hoy convertido en Vía Verde para el turismo, pero que en su día supuso una gran obra, con 70 kilómetros de ferrocarril para la conducción de los minerales, y la construcción complementaria de los hornos de las localidades de la comarca.

Para completar este homenaje a los montes, en breve verá la luz una publicación que ahora está en imprenta y que ha coordinado el propio Martín Chicote. Se trata del libro El hombre y el bosque ibérico. Guía de un ecomuseo forestal. El mismo es fruto del trabajo de campo un equipo de 6 profesionales contratados por la Real Cabaña con fondos del Ecyl. La publicación se ha hecho realidad gracias a la financiación de Cajacírculo. Se presentará en la Feria Iberforexpo en el Comunero de Revenga, a primeros de noviembre.

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