27 diciembre 2018

El Memorial por los pueblos del pantano de Úzquiza, en breve




En unos días comienza la obra en la explanada donde hace 30 años se depositaron los restos mortuorios de los cementerios de Úzquiza, Herramel y Villorobe. Se colocará la espadaña de la iglesia del primero de los pueblos.

Han tenido que pasar más de tres décadas, pero por fin, se hará justicia y se dignificará el terreno al que se trasladaron los restos mortuorios de los cementerios de Villorobe, Herramel y Úzquiza, los tres pueblos que quedaron anegados por las aguas del segundo pantano del Arlanzón y que tuvieron que ser deshabitados en 1986. Ahora, con todos los permisos encima de la mesa, las obras comenzarán en los próximos días, en cuanto acaben las fiestas navideñas, explica Luis Miguel Pérez, alcalde de Villasur, municipio al que pertenece el lugar. Las obras están adjudicadas y costarán 24.600 euros. Los familiares de todos los fallecidos que reposaban en los respectivos camposantos de cada pueblo hasta los primeros años de la década de los 70, esperaban el momento de poder ver levantar en ese lugar un monumento, ya que ese fue el compromiso de la Confederación Hidrográfica del Duero, a quien pasaron a pertenecer buena parte de los terrenos de las poblaciones desaparecidas bajo las aguas, entre ellos el lugar donde se trasladaron los restos mortuorios.

El acondicionamiento de ese terreno y la construcción de un Memorial se recogió, incluso, en un protocolo de colaboración en materia de arquitectura entre las direcciones generales para la Vivienda, el Urbanismo y la Arquitectura y Obras Hidráulicas del entonces Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, del que dependía la CHD. El empeño de familiares y del Ayuntamiento ha dado los resultados esperados. El proyecto, elaborado por el arquitecto asesor del municipio, José María Manero, ha tenido que contar con el visto bueno de la entidad de cuenca y la Comisión Territorial de Urbanismo al tratarse de un uso excepcional en suelo rústico. alto del matorro.

El monumento se emplaza en una pequeña explanada situada en el conocido como Alto del Matorro, situada al este del municipio, a unos 400 metros al norte del embalse de Úzquiza. Su acceso es desde un camino que arranca desde la carretera autonómica BU-820, situándose a escasos metros de esta vía. Desde el lugar se puede ver el paisaje montañosos de la Sierra de la Demanda. El conjunto de las dos parcelas que conforman el ’cementerio’ es de 2.500 metros cuadrados.

En realidad, el monumento pretende realizar la recreación de los tres cementerios que quedaron sepultados bajos las aguas y por ello parte de la creación de un recinto de forma rectangular, delimitado exteriormente por un murete de piedras procedentes de antiguas edificaciones de los 3 pueblos, de un metro de altura. En el interior del recinto se proyecta la creación de dos caminos peatonales que en forma de cruz lo dividen en 4 campos de hierba. Al final de cada camino se genera una puerta. El punto central se reserva para la espadaña de la iglesia de Úzquiza, cuyas piedras se desmontados y custodia la CHD. Además, se instalará una pila bautismal de uno de los templos y elementos del reloj de la fachada de la iglesia de Úzquiza y se completará con una placa conmemorativa de los 3 pueblos perdidos.

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